sábado, 23 de julio de 2016

Calle del Abasto (ahora tramo de Luis Moya)


  • Nomenclatura de 1794: Callejón de las Ánimas (según los autores Raúl Arreola Cortés y Antonio Chávez Sámano), Barrio de San Juan de los Mexicanos.
  • Nomenclatura  de 1840: Calle del Abasto, o Calle del Hongo (de manera coloquial); paralela a la Plazuela de San Juan (ahora tramo de Revolución) por el lado poniente; y la del Chirrión o del Chicote (ahora tramo de Carrillo Puerto) por el lado oriente.
  • Nomenclatura de 1868: Calle 10a de Bravo (tramo).
  • Nomenclatura de 1929: Calle de Luis Moya (tramo).
  • Cuartel (1794, 1840 y 1868): Número 3, Barrio de San Juan.
  • Sector actual: Revolución.


Comenzar a describir la historia de esta calle nos hace remontarnos al virreinato, pues se tiene razón de ella en el plano del año de 1794, donde aparece ya trazada, respecto al nombre que esta calle pudo recibir en esta fecha hay dudas, pues algunos autores que he consultado, sitúan este tramo como parte del Callejón de las Ánimas (Chávez Sámano y Arreola Cortés); esto se vuelve confuso al consultar el plano y la descripción que realizó Ernesto Lemoine Villicaña, en la cual siguiendo el orden marcado por el autor al momento de anteponer los polígonos de las manzanas trazadas con las que actualmente existen, se ubica al callejón a espaldas de la desaparecida Capilla de las Ánimas (esta se ubico en lo que ahora es la plaza de Villalongín, su orientación era hacia el oriente por lo que formaba un callejón muy pequeño a sus espaldas, es decir, la actual calle de Manuel Villalongín, en el costado poniente de la plaza de mismo nombre), esto cobra más sentido pues al observar el mapa se detectan los números de manzanas que conformaban cada calle que tenía asignado un nombre, y para este caso, esta termina a espaldas de la capilla de las Ánimas; esto último es una apreciación personal basada en lo descrito por Lemoine Villicaña y en la idea de que esa zona de la ciudad no se encontraba bien formada y quizá su población era muy escasa.

Parte del plano de 1794, donde se ubica la Calle del Abasto (nomenclatura de 1840),
y el lugar donde posiblemente se encontró el Callejón de las Ánimas (1794)
.

Posteriormente, en el año de 1840, el Ayuntamiento en turno asigna una nomenclatura a cada par de manzanas de las calles existentes en la ciudad, y es aquí donde este tramo recibe de manera oficial el nombre de la Calle del Abasto (aunque hay fuentes que indican que la gente la conocía también como la Calle del Hongo), para ese entonces esta zona de la ciudad ya tiene más la forma que actualmente conocemos. Después, en el año de 1868, el ayuntamiento asigna una nueva nomenclatura, la cual abarca varios pares de manzanas (esto con la finalidad de hacer más fácil la ubicación de las calles y darle un toque de formalidad a la ciudad), de modo que la del Abasto pasa a formar parte de la Calle 10a de Bravo; finalmente, casi por concluir la segunda década de los años veinte del siglo pasado, hay una nueva asignación de nombres para las calles (en esta nueva nomenclatura se respeta los tramos de la pasada) y la 10a de Bravo cambia de nombre por el de Luis Moya.

Vista parcial del plano de 1868 de la ciudad, en este ya se observa bien formada aquella zona, la
calle del Abasto resaltada el color negro (nótese la desaparición de la capilla de las Ánimas).

Como Calle del Abasto esta corría de sur a norte, desplantando a partir de las esquinas de las calles del Madrugador y del Coraje (ahora cruce de 20 de Noviembre y Luis Moya) por el extremo sur; y finalizaba al encontrarse con las esquinas de las calles del Retoño y de la Ciruela (ahora cruce de Plan de Ayala y Luis Moya) por el extremo norte. Esta calle se encontraba al extremo oriente del desaparecido Panteón de San Juan, el cual aproximadamente abarcaba la manzana completa que se forma entre las calles de Revolución, 2o de Noviembre, Luis Moya y Plan de Ayala; a espaldas de la capilla de San Juan Bautista o de los Mexicanos.

Vista hacia el extremo sur de la
Calle del Abasto

Respecto al nombre del Abasto, Mariano de Jesús Torres menciona lo siguiente: "Tiene el nombre que lleva por estar próxima al Abasto, siendo la que conduce a este por el rumbo del sur.". Es decir, esta calle tomó el nombre de el edificio que perteneció al Abasto o Rastro de la ciudad (construido en el año de 1839), este edificio se encontraba en la orilla de la ciudad, contiguo a la desaparecida Plaza del Abasto (esta plaza se encontraba donde actualmente están las canchas del deportivo Félix Ireta), en la zona norte de esta plaza se encontraba la casa de matanza. Esta dependencia era de suma importancia para la ciudad, pues de aquí salía la carne que era distribuida en los diversos establecimientos destinados al comercio de este producto; probablemente al estar cerca de el, esta calle fue una de las más transitadas con animales y carne. 

Vista hacia el extremo norte de la
Calle del Abasto

A principios del siglo XX, esta calle no contaba con el privilegio de estar empedrada ni enlozada, pues el mismo autor refiere que el piso era muy desigual, pero no por esto dejaba de ser un lugar con casas de regular aspecto. A lo largo del tiempo mucho ha cambiado la composición de las casas que aquí se encuentran, la mayoría de las construcciones ya son modernas, quedan pocas casas antiguas en pie y en algunos casos solo la fachada se ha conservado. Si bien no es un lugar ostentoso como lo son las calles más céntricas, si es un lugar que debes recorrer y observar los pequeños detalles que resguarda, vestigios de un pasado no muy lejano. 

Fachada de una casa que ejemplifica la
sencillez de las construcciones que aquí
se encontraron

Otro ejemplo más de una casa que si bien no es
muy antigua, refleja características típicas de
las sencillas casas morelianas







   

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